Rvdo. Isidro Bautista dice: “Hay que vivir una vida de compromiso como lo hizo María.”
En un ambiente cargado de tristeza y congoja, la comunidad escolar se reunió para rendir homenaje a la querida maestra María Martínez Rosario, quien recientemente partió de este mundo. La ceremonia, realizada en el Liceo en Artes Julian Javier del municipio de Tenares, fue un emotivo tributo a una educadora que dejó una profunda huella en todos aquellos que tuvieron el privilegio de conocerla y aprender de ella.
Durante la misa, familiares, amigos, colegas y estudiantes recordaron con cariño y gratitud a María, resaltando su dedicación, pasión por la enseñanza y el impacto positivo que tuvo en tantas vidas. Las lágrimas y los abrazos compartidos reflejaron el inmenso dolor de la pérdida, pero también la unión y el apoyo de una comunidad que se fortaleció en medio de la adversidad.
El Rvdo. Isidro Bautista de la iglesia San Antonio de Padua, en su homilía, destacó las virtudes de la maestra, describiéndola como una persona de gran bondad, paciencia infinita y un amor incondicional por sus alumnos. Sus palabras consolaron a los presentes, recordándoles que el legado de María seguirá vivo a través de los valores y conocimientos que impartió.
Al final de la ceremonia, un coro conformado por estudiantes interpretó una canción en su honor, llenando la sala de una conmovedora melodía que resonó en los corazones de todos los presentes. La despedida de María Martínez Rosario fue un recordatorio de la importancia de la enseñanza y del impacto duradero que una maestra comprometida puede tener en su comunidad.
Aunque su ausencia deja un vacío imposible de llenar, su espíritu y sus enseñanzas continuarán guiando a aquellos que la conocieron, inspirándolos a vivir con la misma dedicación y amor que ella demostró cada día de su vida.